Esta nevera sin marca aparente declara un consumo reducido de entre dos y tres kilos de hielo diarios, suministrados por la fábrica de hielo más cercana. Construida a base de cemento armado, placas de corcho como aislante y madera contrachapàda. El hielo se coloca por la portezuela superior y el agua se evacúa con un grifo ad hoc. ABC, 5 de junio de 1931.
Refrigerator de General Electric usa un argumento contundente: proteger la salud de los niños de los alimentos en mal estado comprando un frigorífico eléctrico. Hay que tener en cuenta que la diarrea infantil era una importante causa de mortalidad en la época. El anuncio recalca la superioridad del refrigerador eléctrico sobre la nevera de hielo y añade una ventaja: «Sus alimentos estarán a salvo de todo peligro, no se depositará en ellos el polvo ni se posarán las moscas, los mayores conductores de microbios». Se incluye una lista de algunos de los poseedores de REFRIGERATOR en Asturies. La Voz de Asturias, 18 de agosto de 1932.
Tecnología de transición: el armario frigoriífico Electrolux declara no necesitar electricidad, gas ni agua para funcionar, y funcionar con un consumo reducido de petróleo.
La Vanguardia, 3 de junio de 1933.
El Debate, 13 de mayo de 1934.
Pocas semanas después de la firma de los importantes acuerdos España-Estados Unidos, Westinghouse anuncia sus frigoríficos con un argumento casi matrimonial: «una compra trascendental teniendo en cuenta que va a ser parte integrante del hogar durante años y años». ABC, 10 de noviembre de 1953.
Una curiosa mezcla de tecnologías en este anuncio de IRISA. Coincide una nevera eléctrica con una de hielo, batidoras, aparatos de radio, aspiradoras, cocinas de gas, etc. Hoja del Lunes de Madrid, 27 de diciembre de 1954.
La Voz de Albacete, 21 de enero de 1961.
Refrigerador de absorción Alaska. Llama la atención su pequeña capacidad (100 litros, bastante menos de la mitad de un frigorífico estándar de comienzos del siglo XXI). No obstante, el anuncio sugiere que se puede evitar la compra diaria de alimentos: «podrá guardar en su Alaska la compra de toda la semana». Téngase en cuenta que el tamaño medio familiar era bastante mayor del actual. La publicidad antigua de frigoríficos insistía en su capacidad de impedir que se estropeara la comida, mientras que recientes estudios muestran al frigorífico (más grande, y más lleno) como un factor principal en el desperdicio alimentario. ABC, 25 de abril de 1961.
«Cambie una [tecnología] vieja por una joven» es el mensaje principal de este anuncio que invita a arrumbar definitivamente las neveras de hielo, acompañado por un expresivo dibujo. Diario Pueblo, 2 de junio de 1961.
Fuente: Hemeroteca de ABC y Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.