«Ahora ya no se trata de las ballenas»

2000
Tipo de publicación: Campaña, Publicidad
Índice A-Z: Amenazas ambientales, Dioxinas, Incineradoras, PVC, Tóxicos

Greenpeace consiguió un impacto considerable con su campaña contra las incineradoras, el uso industrial del cloro para fabricar PVC y las emisiones asociadas de dioxinas.

La Organización de Usuarios y Trabajadores de la Química del Cloro, Amiclor, denunció la campaña de Greenpeace ante la Asociación de Autocontrol de la Publicidad y esta emitió un comunicado en el que acusaba a la organización ecologista de «utilizar un tono «alarmista» para «suscitar el temor y el miedo a los lectores», así como que Greenpeace merecía «un reproche ético» por utilizar el miedo como medio de captación de socios». El asunto venía de lejos. En 1982 la Comisión Europea publicó la primera «Directiva Seveso», llamada así en referencia al desastre tóxico acaecido el 10 de julio de 1976 en Seveso (en Lombardía, en el norte de Italia). Una rotura en una fábrica de Hoffmann-LaRoche soltó al medio ambiente una cierta cantidad de compuestos muy tóxicos, entre ellos 2,3,7,8-tetracloro-p-dibenzodioxina.

Las dioxinas fueron a partir de entonces importantes demonios introducidos en lo que debería ser un medio ambiente sano. En 1994 el libro «Nuestro futuro robado» alertó sobre las consecuencias en la fertilidad y la salud humanas de decenas de miles de compuestos potencialmente tóxicos vertidos al medio ambiente por la industria. La identificación del PVC como elemento de consumo doméstico habitual directamente asociado a la difusión de tóxicos en el medio ambiente sirvió para asociar conceptos más técnicos y lejanos (como las dioxinas) con objetos presentes en muchos hogares, en forma de botellas de agua o marcos de ventana. Dando otra vuelta de tuerca, los compuestos tóxicos se asociaron en la campaña de Greenpeace con el arquetipo de la vida, el pecho materno y la lactancia.

Al mismo tiempo, la identificación de la incineración de residuos (en una época en se trazaban ambiciosos planes de incineradoras con recuperación de energía como medio de tratamiento de los residuos municipales) con la emisión de dioxinas y otros venenos a la atmósfera ayudó a localizar el problema en la lucha de ciudades y comarcas contra la instalación de incineradoras en sus proximidades.

Documento de Greenpeace (2001) sobre los peligros de la incineración.

Anuncio publicado a comienzos de 2000

Artículo actualizado el 04/10/2022