Los cambios en la composición y etiquetado de este popular producto reflejan cambios más generales en la alimentación.
Cola-Cao comenzó a venderse en 1945, así que en 2025 alcanzó los 80 años de historia. Teniendo en cuenta su carácter de alimento de referencia, casi mítico, y su gran penetración en el mercado de la mesa del desayuno, puede ser interesante dar una idea de los cambios en su composición, etiquetado e información asociada. Destaca una dirección de cambio, compartida con muchos otros alimentos ultraprocesados: un progresivo aumento del porcentaje de azúcar del producto, que pasó de un 54% a un 70%, y una disminución paralela del contenido más sustancioso, en este caso cacao. Los ingredientes no han cambiado mucho, aunque sí la información que se da sobre los mismos y sobre el valor alimenticio del producto, que ha pasado de escueta a abrumadora. El envase de cartón y/o hojalata pasó a ser de plástico, y las imágenes suavizaron su aspecto colonial inicial.
Desarrollo de un envase de Cola-Cao hacia 1950-1960.
1950-1960. La etiqueta no informa sobre los ingredientes, sino que da el resultador del análisis químico del producto (materias grasas, proteínas, calorías, hidratos de carbono, sacarosa, cenizas y humedad). La autoridad alimentaria era el Laboratorio Municipal de Barcelona, avalado por el número de registro de Sanidad. Destaca la sacarosa con un 54,1%, un 77% del contenido en azúcar del producto en 2025.
Hacia 1960. Cola-Cao hizo una exitosa operación de márketing (y de lo que se llamaría después economía circular) con sus latas de hojalata serigrafiadas, actualmente cotizadas piezas de coleccionista. La composición incluye un sorprendente 1,9% de «Indeterminados».
1965. La composición se indica en bloque, sumando cacao y azúcar (90%), lo que indicaría una proporción de azúcar algo inferior a la fórmula de 2025 (92%).
1972.
1995. Figura la lista de ingredientes, pero sin indicar su porcentaje.
2025. El envase muestra información sobre la composición (indica un 22% de cacao) y sobre los nutrientes (70% de azúcar). También incluye la IR (Ingesta de Referencia) y la VRN (Valores de Referencia de Nutrientes), amén de muchos logos y marchamos, recomendaciones y mensajes. Mientras que el envase de 1950/1960 contiene 8 elementos informativos, el de 2025 incluye 19.
La web asociada contiene la página «Resuelve tus dudas», que incluye varias infografías sobre la composición del producto. Se insiste en el alto valor nutricional de producto, aunque con cierta confusión derivada de su mezcla con leche, que es la que contiene «proteínas de alto valor biológico».
Esta infografía quita hierro al punto flaco del producto, su elevado contenido en azúcar, mediante su confusión con el azúcar de la leche, la lactosa, y un argumento algo alambicado que utiliza la recomendación de ingesta máxima de azúcar de la OMS.
Todas las imágenes vintage han sido obtenidas en todocoleccion.net https://www.todocoleccion.net/. La correspondiente a 2025, en Dia Online https://www.dia.es/