Los coches utilitarios que permitieron la motorización de Europa en las décadas de 1960 y 1970 eran vehículos de 4-5 plazas muy ligeros, en torno a los 600 kilos de peso, con motores de potencia muy moderada, alrededor de 20 CV (18 kW). Coches tan ligeros necesitaban poca energía para moverse, y menos con un rango de velocidades que era bastante limitado, inferior a los 100 km/h.
¿Es posible fabricar utilitarios eléctricos dentro de este rango de tamaños y prestaciones? Actualmente el catálogo de este tipo de coches es limitado. Sí existen muchos modelos más o menos experimentales ultraligeros, con una autonomía muy limitada y generalmente de dos plazas. El Citröen AMI o el Renault Twizzy serían representantes de este tipo de vehículos. El Dacia Spring es un coche más convencional de 4-5 plazas, con 970 kg de peso, un motor de 33 kW y una batería de 28 kWh con un consumo medio de 11 kWh/100, pero tiene una autonomía de solo 250 km.
Entre los problemas más importantes para desarrollar un coche familiar eléctrico utilitario están los siguientes:
El peso de las baterías es un handicap importante para llegar al utilitario eléctrico. Una autonomía larga de 500 km o más implica baterías de peso muy considerable y un precio del coche muy elevado. Los avances en el rendimiento de las baterías, empero, permitirán superar este obstáculo.
Los utilitarios (tampoco los eléctricos) no pueden desarrollar mucha velocidad, pero eso ya no es un obstáculo en un paisaje viario con velocidades de 20/30/50 km/h en ciudad, 90 en carreteras convencionales y 120 en vías rápidas. Y la tendencia es a bajar estos límites, no a aumentarlos.
La seguridad es un tercer factor en detrimento del utilitario (eléctrico), pues las medidas y corazas añadidas a los vehículos pueden añadir un peso considerable. Este problema puede ser solventado por los avances de la conducción autónoma y de la detección automática de riesgos.
Sumando una serie de tecnologías (materiales composites muy ligeros, baterías mejoradas de alta eficiencia de 5 kWh por cada 100 km recorridos o menos, sistemas de ayudas a la conducción, etc., sería posible fabricar coches familiares muy ligeros, con un consumo de energía muy bajo y una autonomía suficiente, mayor de 500-600 km. Este tipo de coches podrían ser una buena opción para una «segunda motorización» más sostenible.
Referencias:
Del utilitario a la fortaleza rodante
¿Dónde están los utilitarios eléctricos?
Como los móviles, los utilitarios eléctricos vendrán de China